jueves, 28 de julio de 2011

DIABETES MELLITUS

RESUMEN

Los que nos motivo a elegir este tema para el desarrollo de nuestra investigación fue, es que básicamente se han dados muchos casos de diabetes, y nos sentimos preocupados porque no saben los riesgos y lo que puede llegar a provocar.
La diabetes es un problema que afecta a cada individuo y que lo queremos lograr y es necesario desde la escuela y conjuntamente con otros ámbitos de la sociedad colaborar a fin de revertir esta situación.
Para ellos, es necesario concientizar a la sociedad toda, sobre cómo afecta en nosotros la diabetes y cómo prevenirla, haciendo hincapié en lo valiosa que es la vida propia.
Para lograr que esto se llevo a cabo implica la incorporación y profundización de los temas, de allí un breve marco de referencia sobre la problemática. Con el compromiso y el ejemplo de los mayores para prevenir en los jóvenes y lograr así entre todos un mundo más saludable.

SITUACIÓN PROBLEMÁTICA

Una problemática generalizada a nivel mundial, es el aumento de individuos, de todos los grupos etarios, que padecen “diabetes mellitus”. Detectándose fallas en los screening anuales de la población, y luego diagnosticada la enfermedad, establecer pautas de tratamientos y controles médicos periódicos, como así también una correcta educación sanitaria que les permita, conocer los alcances de la enfermedad, el deterioro progresivo de diferentes órganos, aparatos y sistemas.

HIPOTESIS

A través del conocimiento exhaustivo de la “diabetes mellitus”, lograr cambios en la educación sanitaria de la población, que logren disminuir la incidencia de la patología, o por lo menos paliar sus complicaciones irreversibles.

Objetivos:
• Actuar como personas responsables, solidarias y capaces de hacer uso eficaz de diversos mecanismos de concientización.
• Identificar las necesidades del paciente, colaborar y desarrollar estrategia de solución
• Hacer hincapié de la importancia de la vida, tratando de concientizar a la gente para evitar que se siga afectando a demás personas.





MARCO TEORICO
Las estadísticas mundiales y locales son alarmantes. Todo lo que debemos saber de una enfermedad que no presenta síntomas y que, en nuestro país, la mitad de los afectados desconoce padecerla. La importancia de la consulta médica, el seguimiento y los riesgos y cuidados durante el embarazo.
La diabetes es una enfermedad que afecta 189 millones de personas en el mundo y se calcula que en el 2020 habrá 324 millones de afectados, un aumento del 72%, lo que lo convierte en una pandemia. En América Latina hay 10.400.000 diabéticos y se calcula que en 2020 habrá un aumento del 88%, es decir, 20 millones de afectados. Las estadísticas Argentinas muestran que en el país hay cerca del 7% de la población con diabetes, aunque la prevalencia se eleva a un 20% en aquellas personas mayores de 60 años-sin distinción de sexo-. Es decir que, si tenemos una población de 40 millones de personas, hay 2.800.000 enfermos de los cuales el 90% padece diabetes tipo II y el otro 10% son insulinodependientes. Pero sólo el 50% de los afectados sabe que padece de diabetes y esto lo convierte en un serio problema de salud pública.
“Hay 60 formas distintas de diabetes. Más de 40% de los diabéticos muere por enfermedades cardiovasculares- accidentes cerebro vasculares e infarto de miocardio- es por ello indispensable que toda persona mayor de 40 años investigue su glucemia una vez al año, especialmente si tienen factores de riesgo”.
Complicaciones Diabetes ¿Qué son las complicaciones de la diabetes?

Las complicaciones de la diabetes son problemas de salud ocasionados por la diabetes. La diabetes hace que su nivel de azúcar en la sangre sea más alto de lo normal. Con el tiempo, los niveles elevados de azúcar en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos y los nervios en su cuerpo. Este daño puede ocasionar problemas en muchas áreas de su cuerpo. Las áreas principales donde puede haber problemas son los nervios y los vasos sanguíneos en los ojos, riñones, piernas y pies. Este panfleto le informará acerca de algunas de las complicaciones y de cómo prevenirlas.
En la Argentina, las estadísticas dan cuenta de que la prevalencia de esta afección, la diabetes, ronda del 6 al 7% de la población total, lo que se traduce en alrededor de dos millones de argentinos afectados por este padecimiento.

Daño a los nervios
El daño a los nervios ” también llamado neuropatía diabética” más comúnmente afecta los pies y las piernas pero también puede afectar otras partes del cuerpo. Este daño dificulta la tarea de los nervios para transmitir mensajes al cerebro y a otras partes del cuerpo. Puede significar que usted pierde la sensación en partes de su cuerpo o que tiene una sensación de hormigueo dolorosa. Si usted tiene daño en los nervios es posible que usted no pueda sentir una ampolla o una úlcera en su pie. La úlcera puede infectarse, y en casos graves, el pie puede tener que ser amputado, es decir cortado.



Señas de alarma de daño en los nervios

Llame a su médico si usted tiene:
Pérdida de la sensación es decir entumecimiento
Dolor agudo o una sensación de hormigueo
Debilidad
Sensación de ardor
Los hombres no pueden lograr una erección

Problemas de los ojos

La retina es la parte del ojo que es sensible a la luz y le ayuda a ver. La diabetes puede dañar y debilitar los pequeños vasos sanguíneos en la retina. A este daño se le llama retinopatía diabética. Cuando los vasos sanguíneos están debilitados el fluido dentro de ellos puede escaparse lo cual causa hinchazón en el ojo. La hinchazón hace que su visión sea borrosa. Si la retinopatía empeora su ojo forma vasos sanguíneos nuevos sobre la retina. Pero estos vasos sanguíneos son frágiles y se rompen fácilmente lo cual ocasiona sangrado dentro del ojo. Puede formarse tejido cicatrizar. Esto puede hacer que la retina se desprenda de la parte de atrás del ojo y ocasionar ceguera. Con frecuencia se puede usar cirugía con láser para tratar o para disminuir el progreso de la retinopatía, especialmente si se descubre temprano.
Señas de alarma de problemas de los ojos
Llame a su médico si usted tiene:
Visión borrosa durante más de 2 días
Pérdida súbita de la visión en uno o en ambos ojos
Ve manchas negras, telarañas o luces intermitentes
Enrojecimiento dentro del ojo
Dolor o presión en el ojo

Daño renal

La diabetes también puede dañar los vasos sanguíneos en el riñón ”esto se llama nefropatía diabética” de modo que el riñón no puede filtrar los materiales de desecho del cuerpo. Esto es menos común que las demás complicaciones. La presión sanguínea alta se asocia con la nefropatía. Si usted tiene diabetes y presión alta es importante mantenerlas ambas bajo control tanto como sea posible. Algunas personas que tienen nefropatía necesitan diálisis o trasplantes de riñón. La diálisis es un tratamiento que elimina los desechos presentes en la sangre. La presencia de proteína en la orina usualmente es la primer seña de nefropatía. Si su médico nota señas tempranas de esto, él o ella pueden ponerlo a tomar medicamento que ayuda a proteger el riñón de este tipo de daño.








Complicaciones Cutáneas

En sentido estricto no existen complicaciones cutáneas en la diabetes, pero ésta actúa en la piel facilitando las infecciones, originando lesiones vasculares microangiopáticas y permitiendo la expresión cutánea de otras metabolopatías asociadas con la diabetes. La fragilidad capilar es muy frecuente y está asociada casi siempre con microangiopatía. Las úlceras isquémicas predominan en las extremidades inferiores y se producen como consecuencia de la afección arterial. Son úlceras de bordes bien delimitados, superficiales y dolorosas, que deben diferenciarse de las neuropatías, situadas en los puntos de apoyo del pie y que son profundas e indoloras.
La denominada dermopatía diabética consiste en manchas pigmentadas y retraídas, de pequeño tamaño (alrededor de 1 cm), localizadas en la cara anterior de las piernas. Carecen de valor pronóstico pero, en ocasiones, pueden servir al clínico para diagnosticar una diabetes del adulto, ya que pueden preceder a otras manifestaciones clínicas.
La necrobiosis lipoidea, localizada sobre todo en la región pretibial, consiste en placas escleróticas amarillentas, con un borde eritematoso. En general son de pequeño tamaño, pero pueden confluir formando grandes placas y, en ocasiones, se ulceran. La incidencia es baja (0,4%) y su principal problema es estético, ya que suele afectar a mujeres jóvenes. La cura oclusiva con glucocorticoides proporciona a veces resultados aceptables. La bullosis diabeticorum es aún menos frecuente y consiste en la aparición de grandes flictenas ser hemorrágicas semejantes a la de una quemadura de segundo grado, en la cara anterior del pie, en las piernas o en los muslos. Las lesiones curan sin dejar secuelas mediante el simple procedimiento de drenaje y la aplicación local de antisépticos. La xantomatosis eruptiva puede observarse en diabéticos descompensados que presentan hiperlipemia tipo IV o V. Las lesiones son de color anaranjado, muy pequeño y pruriginoso y se localizan sobre todo en las zonas de extensión y en las nalgas. Este tipo de lesiones sólo aparece cuando los niveles de triglicéridos son muy altos, habitualmente superiores a 1.000 mg/dL (11,2 mmol/L), y desaparecen de forma progresiva tras la corrección del trastorno lipídico. El escleroderma diabeticorum es raro, ocurre a mediana edad y en pacientes con diabetes tipo 1 o diabetes tipo 2 de larga evolución, mal control y obesos. Hay engrosamiento de la piel, sobre todo en las regiones lateral y posterior del cuello y superior de la espalda; la induración puede extenderse a la cara, el tronco y, potencialmente, a todo el cuerpo. La enfermedad de Dupuytren, fibrosis subcutánea del espacio aponeurótico palmar de la mano, se presenta en una proporción 6:1 en favor de los varones y sólo en personas de origen europeo; es mucho más prevalente en individuos con diabetes, y puede preceder al diagnóstico de ésta. El síndrome del túnel carpiano es la compresión del nervio mediano dentro del túnel carpiano. Ocasiona una neuropatía por atrapamiento y causa parestesias en el pulgar, el índice y el meñique, con dolor que aumenta por la noche. Puede acompañarse de atrofia de la región tenar y de los músculos intrínsecos de la mano. La tenosinovitis flexora o “dedo en gatillo”, en la tercera parte de los casos se produce en diabéticos adultos, con predominio en las mujeres y en la mano derecha. La capsulitis del hombro se produce por engrosamiento de la cápsula articular y adherencia de la cabeza del húmero; causa una notable disminución de los movimientos del hombro y puede resolverse después de semanas o meses, con cambios residuales atróficos que involucran al hombro y la mano y terminar en el denominado “hombro congelado”.



Complicaciones Agudas
Hasta la utilización terapéutica de la insulina, la principal causa de mortalidad de la diabetes residía en la alteración metabólica, de manera que la cetoacidosis era, en la década 1911-1920, la primera causa de muerte por diabetes (40% de los casos), seguida por las infecciones y por las enfermedades cardiovasculares. La insulina y la utilización correcta de los sueros y los antibióticos han cambiado estos porcentajes, de modo que en la actualidad la enfermedad vascular es la primera causa de muerte (70%); las infecciones representan menos del 5% y la cetoacidosis ocupa, al menos en el mundo occidental, un lugar marginal. En la medida en que ha sido posible tratar cada vez mejor la alteración metabólica y resolver las complicaciones agudas graves, la expectativa de vida de los pacientes ha aumentado.
Causas
El grave déficit de insulina se produce como consecuencia de que ésta no ha sido administrada en los días anteriores o lo ha sido en dosis insuficientes o bien porque las necesidades de insulina han aumentado de forma importante.
El abandono de la insulina o su sustitución inoportuna por hipoglucemiantes orales, junto con los errores en el control de la enfermedad, las infecciones leves, el inicio de la diabetes y la administración de fármacos hiperglucemiantes, constituyen las CAD evitables, que representan alrededor del 95% de las que se ven habitualmente en la clínica. En los últimos años el perfil del paciente cetoacidótico se ha ido modificando: no sólo su frecuencia es inferior, sino que su gravedad media es también menos extrema y el abandono de insulina es menos frecuente. Estos cambios traducen un indiscutible progreso en el nivel educativo de los pacientes y en la calidad médica de la asistencia primaria. No obstante, existen casos de CAD de repetición, que básicamente corresponden a dos tipos de pacientes: mujeres jóvenes con graves problemas psicológicos y sociales y pacientes de edad avanzada con enfermedades crónicas graves y mala supervisión institucional o familiar.

Síntomas:

Es característico su inicio insidioso, refiriendo el paciente, desde unos días antes, un agravamiento de su clínica diabética, con aumento de la sed y de la diuresis y disminución del apetito. Esta anorexia relativa reviste importancia, ya que es la primera manifestación del paso de la hiperglucemia simple a la cetosis. Esta fase de latencia puede ser notablemente corta en niños y adolescentes, aunque siempre dura varias horas como mínimo.
Si no se detiene la evolución, el paciente pasa a la situación de CAD. En general está consciente o sólo ligeramente estuporoso, por lo que es inapropiada la calificación de coma diabético. Menos de la quinta parte de los pacientes está propiamente en coma, siendo éstos los de mayor edad, los que llevan más tiempo de evolución y, sobre todo, los que tienen una hiperglucemia más acusada. El grado de coma no guarda relación con la acidosis, y no es excepcional asistir a enfermos jóvenes con cifras de pH muy bajas (de alrededor de 6,7-6,8) que están conscientes. Cuando se observan graves alteraciones de conciencia en pacientes que no cumplen las condiciones de edad avanzada o hiperosmolalidad, es prudente investigar otras causas del coma, como la ingesta de tóxicos o un accidente vascular cerebral.
El paciente cetoacidótico tiene el aspecto de enfermo grave. Hay dos signos clínicos que llaman la atención: la respiración de Kussmaul y la deshidratación. La respiración de Kussmaul es una taquibatipnea típica que se presenta cuando el pH es aproximadamente inferior a 7,20 o 7,10, de modo que constituye el signo clínico de que el paciente ha pasado de la situación de cetosis a la de CAD. Se acompaña del clásico aliento con olor a manzanas y, cuando es muy acusada, puede llegar a provocar intensa fatiga. Si la acidosis es leve puede ser difícil apreciar la respiración de Kussmaul, y cuando el pH es muy bajo (6,9 o menos) puede desaparecer por afección del centro bulbar, lo que representa un signo de peor pronóstico. En individuos jóvenes y con un aparato respiratorio normal, la hiperventilación es a menudo muy importante y puede compensar la acidosis durante muchas horas. En estas circunstancias, si la deshidratación es moderada o no se valora adecuadamente o el paciente no refiere que es diabético, se pueden producir errores diagnósticos en urgencias, investigando causas respiratorias o cardíacas de la disnea. El grado de deshidratación es variable y se debe valorar por los signos extracelulares (hipotensión, taquicardia, signo del pliegue, etc.) e intracelulares (sed, hipotonía ocular, sequedad de mucosas, etc.). Los vómitos son frecuentes, y cuando faltan, el paciente suele referir distensión epigástrica. Los vómitos agravan la deshidratación y la pérdida de electrólitos, especialmente de potasio y de cloro. El dolor abdominal es una característica muy frecuente y se debe a la propia acidosis metabólica. En individuos no diagnosticados previamente de diabetes, este dolor abdominal (que se acompaña de leucocitosis) ha llevado a algún enfermo al quirófano con la sospecha diagnóstica de abdomen agudo. En contraposición, el diagnóstico de abdomen agudo metabólico sólo se puede admitir cuando no existe otra causa razonable de dolor abdominal, el pH es bajo y los síntomas mejoran con la corrección de la acidosis. Si en el curso del tratamiento la corrección metabólica no se acompaña de la desaparición del dolor y de la resistencia abdominal, deben plantearse de inmediato otras posibilidades diagnósticas (p. ej., trombosis mesentérica, dado que se encuentran aumentados los mecanismos procoagulantes y, por tanto, las complicaciones tromboembólicas no son raras). Debe recordarse también la posibilidad de que una CAD se acompañe de pancreatitis aguda. La pancreatitis es presumiblemente química, es decir, secundaria a la grave hipertrigliceridemia que puede acompañar a la CAD.
La hipotermia es frecuente, como consecuencia de la pérdida de calor por la vasodilatación periférica cutánea inducida por la acidosis. Esta hipotermia puede enmascarar procesos infecciosos y ser responsable de hipotensión, bradicardia y alteraciones del ritmo cardíaco. Si bien la apirexia no garantiza la ausencia de un proceso infeccioso, la temperatura superior a 37,5 ºC es un dato que sugiere esta etiología. En relación con la posibilidad de infecciones, debe recordarse que las alteraciones funcionales de los neutrófilos de pacientes diabéticos descompensados es un factor desencadenante.
Tratamiento
El objetivo fundamental es la corrección de las graves anomalías del metabolismo graso e hidrocarbonado, del equilibrio acido básico y del estado de hidratación. Estas anomalías deben corregirse de forma enérgica y progresiva.
La insulina repara las anomalías del metabolismo de los principios inmediatos, mientras que la reposición de líquidos y electrólitos permite combatir la deshidratación y la acidosis. Además, una serie de medidas generales servirán para prevenir o tratar las complicaciones durante el tratamiento de la CAD.
La insulina se utiliza en su forma simple (insulina rápida) y por vía intravenosa. La dosis usual inicial es de 6-10 U/h en perfusión continua (0,1 U/kg/h), diluyendo la insulina en una solución salina al 0,9% en una proporción aproximada de 1 U/mL, a la que se puede añadir una pequeña cantidad de ser albúmina o un expansor plasmático sintético para prevenir la adherencia de la insulina a las paredes del sistema de perfusión. Una vez preparada la solución (p. ej., 100 U en 100 mL) se inyecta directamente en una vena a través de una bomba de perfusión o mediante micro gotero, si no se dispone de ella. En general son suficientes 8-12 h para que la glucemia descienda por debajo de 250 mg/dL (13,9 mmol/L), lo que permite entonces administrar la insulina por vía intramuscular o subcutánea. No obstante, la perfusión intravenosa no debe suspenderse hasta, por lo menos, 1 h después de este cambio en la vía de administración. Dado que la corrección de la cetosis y la acidosis pueden necesitar de más tiempo que la corrección de la hiperglucemia, algunos autores recomiendan mantener la perfusión hasta normalizar el beta-hidroxibutírico.
La dosis de insulina perfundida debe modificarse de acuerdo con la evolución de los parámetros bioquímicos y se considera óptimo un descenso de la glucemia de 60-100 mg/h. Una velocidad de perfusión de 6 U/h de insulina determina concentraciones de insulina plasmática de unas 120 mU/mL, las cuales son suficientes para conseguir los efectos metabólicos deseados (bloqueo de la cetogénesis, restauración de la captación celular de glucosa, bloqueo de la glucogenólisis y de la gluconeogénesis, etc.). La eficacia de la insulina depende de la hidratación del enfermo. Cuando ésta es insuficiente, no es raro que en las primeras 2 h el descenso de la glucemia sea inapreciable. La hidratación es fundamental y prioritaria, de modo que es mucho más importante tener una buena vía para perfundir sueros a una velocidad adecuada que empezar a administrar insulina. Si a las 3 h de iniciar la perfusión con insulina la glucemia no ha disminuido de forma significativa, debe duplicarse la velocidad de perfusión, asegurándose previamente que la hidratación y la conexión del sistema a la vena del paciente son correctas.

Qué puedo hacer para prevenir o retardar las complicaciones de la diabetes?

Puesto que nadie puede predecir con seguridad quién tendrá complicaciones la mejor opción que usted tiene para prevenir problemas es mantener su nivel de azúcar en la sangre lo más cercano que pueda al nivel normal. Siga las instrucciones de su médico para controlar su nivel de azúcar en la sangre. Aquí hay algunos consejos: Coma una variedad de alimentos nutritivos y evite las comidas con mucha grasa y azúcar, haga ejercicios regularmente, deje de fumar, visite a su médico con regularidad aun cuando se sienta bien. Su médico hará una evaluación de señas tempranas de complicaciones. Llame a su médico enseguida si usted tiene cualquiera de las señas de alarma.
Visite a su médico”o a un oftalmólogo u optómetra” una vez al año para hacerse un examen de la retina.

Evitar Amputaciones

Con el objetivo de evitar la mayor cantidad de amputaciones posibles, el doctor José Daniel Braver inauguró una clínica especializada en la prevención y tratamiento del pie diabético.
“En menos de 25 años, el 6,3% de la población mundial (333 millones de personas) padecerá diabetes, una enfermedad cuya complicación más temida es el llamado pie diabético.”
El 85% de las intervenciones están precedidas por una úlcera, la formación de un equipo multidisciplinario “prevendría la aparición de lesiones”.
Debido a que cuando se produce amputación la posibilidad de mutilar en el otro pie es altísima (la mayoría son producidas por enfermedades vasculares, que el paciente va a seguir teniendo) la clínica tiene una función de prevención primaria.
“Para evitar lesiones, todo diabético una vez por año debe realizarse un estudio neurológico que detecta una complicación que llamada neuropatía sensitiva diabética”,
La persona puede “tener un pie anestesiado y no saberlo, por lo que si no se revisa no se previene la úlcera”.
Por todo esto es muy importante realizarse controles periódicos con el médico que le controla su enfermedad, para evitar que se produzcan todas estas complicaciones.


LEY 23.753
DECRETO NACIONAL 1271/98 DECRETO REGLAMENTARIO DE LA LEY 23.753, SOBRE PROBLEMATICA Y PREVENCION DE LA DIABETES
Considerando: Que por el mismo tramita la reglamentación de la Ley 23.753, que contiene previsiones sobre aspectos relevantes de la prevención de la diabetes y de distintos problemas derivados de la atención de pacientes diabéticos
Art. 1: El MINISTERIO DE SALUD Y ACCION SOCIAL, por intermedio de la SECRETARIA DE PROGRAMAS DE SALUD y de las áreas técnicas de su dependencia que correspondieran, actuará como Autoridad de Aplicación de la Ley 23.753 y del presente Decreto reglamentario.
Art. 2: El MINISTERIO DE SALUD Y ACCION SOCIAL promoverá, por la vía que corresponda, la adhesión de las provincias y eventualmente de otras jurisdicciones al régimen de la citada Ley y de la presente Reglamentación.
Art. 3: La Autoridad de Aplicación dispondrá a través de las distintas jurisdicciones las medidas necesarias para garantizar a los pacientes con diabetes el aprovisionamiento de los medicamentos y reactivos de diagnóstico para autocontrol que se estimen como elementos indispensables para un tratamiento adecuado, según lo establecido en el Programa Nacional de Diabetes y en las normas técnicas aprobadas por autoridad competente en el orden nacional.
Art. 4: El aprovisionamiento de medicamentos y demás elementos a que se refiere el artículo precedente será financiado por las vías habituales de la seguridad social y de otros sistemas de medicina privada para cubrir las necesidades de los pacientes comprendidos en los mismos, quedando a cargo del área estatal en las distintas jurisdicciones el correspondiente a aquellos pacientes carentes de recursos y de cobertura médico social.









INTRODUCCIÓN
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece debido a que el páncreas no fabrica la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, o bien la fábrica de una calidad inferior. La insulina, una hormona producida por el páncreas, es la principal sustancia responsable del mantenimiento de los valores adecuados de azúcar en sangre. Permite que la glucosa sea transportada al interior de las células, de modo que éstas produzcan energía o almacenen la glucosa hasta que su utilización sea necesaria. Cuando falla, origina un aumento excesivo del azúcar que contiene la sangre (hiperglucemia). De hecho, el nombre científico de la enfermedad es diabetes mellitus, que significa "miel".
La diabetes afecta al 6% de la población. Las posibilidades de contraerla aumentan a medida que una persona se hace mayor, de modo que por encima de los setenta años la padece alrededor del 15% de las personas. Es esencial educar a los pacientes para que controlen su diabetes de forma adecuada, ya que puede acarrear otras enfermedades tanto o más importantes que la propia diabetes: enfermedades cardiovasculares, neurológicas, retinopatía (afección ocular que puede conducir a la ceguera) o nefropatía (enfermedad del riñón). El momento de aparición de la enfermedad, así como las causas y síntomas que presentan los pacientes, dependen del tipo de diabetes de que se trate.
Tipos de diabetes:
Diabetes Mellitus tipo 1: Las edades más frecuentes en las que aparece son la infancia, la adolescencia y los primeros años de la vida adulta. Acostumbra a presentarse de forma brusca, y muchas veces independientemente de que existan antecedentes familiares. Se debe a la destrucción progresiva de las células del páncreas, que son las que producen insulina. Ésta tiene que administrarse artificialmente desde el principio de la enfermedad. Sus síntomas particulares son el aumento de la necesidad de beber y de la cantidad de orina, la sensación de cansancio y la pérdida de peso.
Diabetes Mellitus tipo 2: Se presenta generalmente en edades más avanzadas y es unas diez veces más frecuente que la anterior. Por regla general, se da la circunstancia de que también la sufren o la han sufrido otras personas de la familia. Se origina debido a una producción de insulina escasa, junto con el aprovechamiento insuficiente de dicha sustancia por parte de la célula. Según qué defecto de los dos predomine, al paciente se le habrá de tratar con pastillas antidiabéticas o con insulina (o con una combinación de ambas). No acostumbra a presentar ningún tipo de molestia ni síntoma específico, por lo que puede pasar desapercibida para la persona afectada durante mucho tiempo.
Diabetes gestacional: Se considera una diabetes ocasional. Se puede controlar igual que los otros tipos de diabetes. Durante el embarazo la insulina aumenta para incrementar las reservas de energía. A veces, este aumento no se produce y puede originar una diabetes por embarazo. Tampoco tiene síntomas y la detección se realiza casi siempre tras el análisis rutinario a que se someten todas las embarazadas a partir de las 24 semanas de gestación.
Causas:
• Falta de ejercicios
• Exceso de alimentos, que también provoca obesidad

Se puede controlar de la siguiente manera:
• Comer saludable
• Mantenerse activo
• Medir los niveles de glucosa constantemente
• Seguir el tratamiento medico
• Tomar una actitud positiva

Síntomas:
Los niveles altos de glucosa pueden causar diversos problemas, como:
• Visión borrosa
• Sed excesiva
• Fatiga
• Micción frecuente
• Hambre
• Pérdida de peso

Sin embargo, debido a que la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente, algunas personas con niveles altos de glucemia son completamente asintomáticas.

Síntomas de la diabetes tipo 1:
• Fatiga
• Aumento de la sed
• Aumento de la micción
• Náuseas
• Vómitos
• Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito

Los pacientes con diabetes tipo 1 generalmente desarrollan síntomas en un período de tiempo corto y la enfermedad con frecuencia se diagnostica en una sala de urgencias.

Síntomas de la diabetes tipo 2:
• Visión borrosa
• Fatiga
• Aumento del apetito
• Aumento de la sed
• Aumento de la micción

Existen muchos factores de riesgo que predisponen a la diabetes tipo 2, como:
• Edad mayor de 45 años
• Un progenitor o hermanos con diabetes
• Diabetes gestacional o parto de un bebé con un peso mayor a 4 kg (9 libras)
• Cardiopatía
• Nivel alto de colesterol en la sangre
• No hacer suficiente ejercicio
• Obesidad
• Poliquistosis ovárica (en mujeres)
• Deterioro previo de la tolerancia a la glucosa


ENCUESTAS
1. ¿Qué edad tiene?
………………………….
2. ¿Uds. Tiene diabetes?
Si – No – No se
3. Si Uds. tiene diabetes ¿visita a su médico para controlarse?
……………………………………………………………………………………………………………………………………
4. Antes de saber que tenias diabetes ¿Con que frecuencia consumías los siguientes alimentos?
Diario 2º3 veces por semana 1 vez a la semana Cada 15 días 1 vez al mes
Verduras
Frutas
Carnes
Pescado
Comida chatarra
Pasteles
Frituras

5. Después de que le detectaron esta enfermedad ¿Con que frecuencia consumió los siguientes alimentos?
Diario 2º3 veces por semana 1 vez a la semana Cada 15 días 1 vez al mes
Verduras
Frutas
Carnes
Pescado
Comida chatarra
Pasteles
Frituras

6. Si Uds. no tiene diabetes, ¿Se cuida para no enfermarse de la misma?